
Proteómica y Salud de Precisión: Del Biomarcador Único a los Paneles Multiproteicos para el Manejo de ECAN
17 de diciembre de 2025
La “otra” terapia de la Salud de Precisión: las personas
En Salud de Precisión solemos hablar de genes, inflamación, mitocondrias o microbiota. Son conceptos que nos resultan familiares como profesionales y que asociamos de inmediato al diagnóstico y al tratamiento. Sin embargo, existe otro “fármaco” silencioso, profundamente clínico y muchas veces infravalorado: las personas. La familia, los amigos, los compañeros y la comunidad forman una red que sostiene, escucha y acompaña, y cuyo impacto en la salud es tan real como cualquier intervención farmacológica o nutricional bien indicada.
Publicar esta reflexión un 24 de diciembre no es casual. Más allá de las creencias y tradiciones de cada uno, estas fechas suelen ser un momento de reencuentro, de pausa y de mirada hacia dentro. Desde la Sociedad Española de Salud de Precisión queremos aprovechar este contexto para recordar algo sencillo y al mismo tiempo trascendente: sentirse parte de una familia o de una comunidad mejora la salud, el pronóstico y la calidad de vida.
Vínculo social: un determinante biológico de salud
La evidencia acumulada en las últimas décadas es clara. Las personas con vínculos sociales fuertes viven más y enferman menos. La soledad social y la falta de apoyo se han asociado con un aumento de la mortalidad comparable al del tabaquismo moderado, la obesidad o la inactividad física. Este efecto se ha observado en múltiples cohortes y patologías crónicas, desde la enfermedad cardiovascular hasta los trastornos del estado de ánimo o el deterioro funcional en personas mayores.
Desde la óptica de la Salud de Precisión, sabemos además que el vínculo social modula la respuesta al estrés, el comportamiento del eje HPA, el tono simpático y la inflamación crónica de bajo grado; influye en la adherencia terapéutica y en la capacidad de sostener cambios de estilo de vida; y reduce el riesgo de depresión y deterioro cognitivo en la edad avanzada. No se trata de un mero factor emocional “accesorio”, sino de un verdadero determinante biológico de salud.
Pertenecer: algo más que estar rodeado de gente
No es suficiente con estar rodeado de gente. Lo que marca la diferencia es el sentimiento de pertenencia. Sentirse parte de una familia, de un grupo, de una comunidad profesional o vecinal otorga sentido al esfuerzo diario, refuerza la identidad y ofrece un colchón emocional frente a la enfermedad, el duelo, la incertidumbre laboral o los cambios vitales.
En la práctica clínica lo vemos con claridad: dos personas pueden compartir diagnóstico, analítica y pronóstico teórico, pero tener trayectorias vitales muy distintas. Una se siente acompañada, escuchada y comprendida; la otra vive su proceso prácticamente en soledad, aunque tenga gente físicamente cerca. Desde la Salud de Precisión, esa diferencia debería importarnos tanto como un biomarcador alterado.
Entorno terapéutico ampliado: cuando la familia también cuida
Cuando una persona se siente querida y respaldada, se desencadena un conjunto de respuestas fisiológicas que favorecen la homeostasis. Desciende el cortisol y se regula mejor el estrés, se reducen ciertos patrones de inflamación, aumentan las conductas de autocuidado, mejora el sueño, se facilita la práctica de ejercicio y disminuyen las conductas de riesgo.
La familia y la comunidad se convierten así en una especie de “entorno terapéutico ampliado”: lo que sucede fuera de la consulta puede sostener, potenciar o boicotear lo que intentamos construir dentro de ella. Impulsar el bienestar relacional es, por tanto, coherente con el abordaje de Salud de Precisión que pretende ver al paciente en toda su complejidad biológica, psicológica y social. Cuidar los vínculos no es un extra opcional, es parte del plan terapéutico.
Diciembre y fiestas: una oportunidad para mirar los vínculos
Las fiestas de diciembre, con todo lo que traen consigo, son un recordatorio poderoso de esta dimensión social. Para muchas personas representan calor familiar, reuniones, tradiciones, risas y complicidad. Para otras pueden hacer más visibles las ausencias, las pérdidas y la soledad.
Desde una mirada de Salud de Precisión, estas fechas se convierten en una oportunidad clínica y humana. Es un buen momento para invitar a nuestros pacientes a revisar no solo qué comen, cuánto se mueven o cuántas horas duermen, sino también cómo están sus vínculos: con quién cuentan, a quién pueden llamar en un mal día, qué relaciones necesitan sanar, reencontrar o fortalecer. No hay intervención más potente que ayudar a una persona a no sentirse sola dentro de su proceso de salud y enfermedad.
La comunidad profesional también protege al que cuida
La dimensión social tampoco termina en el ámbito familiar. Los profesionales de la salud también necesitamos sentirnos parte de algo más grande que nuestra consulta individual. Pertenecer a una comunidad que comparte valores, conocimientos y objetivos —como la que representa la SESAP— reduce la sensación de aislamiento ante los casos complejos, ofrece un espacio de aprendizaje continuo, facilita el intercambio honesto de experiencias y dilemas, y aporta validación a un enfoque de Salud de Precisión que en muchos contextos todavía es minoritario.
Esa red protege también la salud mental del profesional, que se sabe acompañado en sus decisiones y en sus dudas, y esto repercute directamente en la calidad de la atención que ofrece a sus pacientes. La pertenencia, en este caso, también cura.
Un deseo para estas fiestas: más vínculos, más salud
En este 24 de diciembre, desde la Sociedad Española de Salud de Precisión queremos compartir un mensaje claro: celebremos a las personas que cuidan de nosotros y a quienes nosotros cuidamos. Reconozcamos el valor terapéutico de la familia, de la pareja, de los amigos, de los colegas, de los alumnos y de los pacientes que forman parte de nuestro día a día.
Si alguien que nos lee está atravesando un momento difícil, nos gustaría recordar que pedir ayuda también es un acto de salud. Y si alguien se siente afortunado por contar con una buena red de apoyo, quizá estas fiestas sean el momento ideal para convertirse, a su vez, en apoyo activo de quien lo necesite.
La ciencia nos lo confirma: la salud no se mide solo en analíticas, imágenes o paneles ómicos, sino también en abrazos, llamadas, conversaciones sinceras y en la certeza íntima de que no caminamos solos.
Como comunidad de profesionales comprometidos con la Salud de Precisión, nuestro deseo para estas fiestas es que cada persona pueda encontrar y fortalecer su red de apoyo —del tamaño y forma que sea— y que sigamos construyendo una forma de hacer medicina que integre la biología con la humanidad, los biomarcadores con las historias de vida y la evidencia con la empatía.
Desde la SESAP te deseamos unas fiestas llenas de salud, vínculos significativos y momentos de verdadera conexión. Que el nuevo año nos encuentre, una vez más, trabajando juntos en lo que nos une: mejorar la vida de las personas también a través de su familia y su comunidad.
