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La opinión de Andrew W. Saul, Editor -(OMNS 18 de mayo de 2016)
Si usted cree en los medios de comunicación, se supone que las mujeres embarazadas no deben comer verduras de hoja verde. Bueno, esa es la esencia del informe que publicó el pasado 11 de mayo Johns Hopkins, en el que asegura que “demasiado folato en mujeres embarazadas aumenta el riesgo de autismo” (http://www.jhsph.edu/news/news-releases/2016/too-much-folate-in-pregnant-women-increases-risk-for-autism-study-suggests.html ).
De acuerdo, el estudio en realidad se refiere a los suplementos, pero vamos a revisar la realidad.
El folato es un elemento esencial de la vitamina B. El organismo no lo produce, de modo que se tiene que comer. El nombre deriva de “folium”, que en latín significa “hoja”. Piense en “follaje” y de ahí viene. Los animales sanos, que comen plantas, reciben una gran cantidad de folato. El folato es muy abundante en la dieta de los herbívoros, desde los conejos hasta los rinocerontes. Grandes animales vegetarianos comen cantidades alucinantes de plantas, se alimentan de cientos de libras de verduras al día, lo que supone el consumo de una gran cantidad de ácido fólico.
Entonces, ¿dónde están los elefantes autistas?
Esta es la experiencia de un antiguo lechero: “No teníamos autismo entre nuestros terneros a pesar de que mis vacas ingerían una gran cantidad de folato”.
Y, ¿qué hay de esos dinosaurios herbívoros gigantes? No es de extrañar que están todos extintos. No fue un asteroide y no era el cambio climático después de todo: era demasiado ácido fólico en su dieta.
En cuanto a los conejos, los he visto parir. Bueno, casi. Una vez estaba observando una que estaba a punto. Fui al baño un momento y cuando regresé había parido a nueve pequeños. Nueve bonitos conejitos. Ninguno de ellos con autismo.
En igualdad de oportunidades, el estudio de Johns Hopkins está, también, tratando de desalentar el uso de la vitamina B12. Interesante. La vitamina B12 es muy abundante en mariscos y carnes. ¿Acaso quiere Johns Hopkins que las mujeres embarazadas a no sean ni herbívoras ni carnívoras? Entonces, ¿qué queda?
Mi conjetura podría ser la siguiente: el consumo de grasas, azúcar y aditivos deben ser el camino para dar a luz a un bebé muy saludable. Pero entonces, podría estar equivocado. Después de todo, soy un chico.
Y, yo como igual que un conejo y eso significa un montón de ensalada. Repollo, col rizada, brócoli, espinaca, lechuga romana, verduras. Muchísimas porciones de verduras frescas y crudas. También tomo suplementos de B12 (metilcobalamina 5.000 microgramos por vía sublingual, dos veces por semana).
En caso de que mi actitud sobre el autismo suene un poco impertinente, te aseguro que no es así. Ya en 1999 hablé en la misma conferencia que el Dr. Andrew Wakefield. Entonces y ahora, siempre aprendiendo de él, se ha fortalecido mi convicción de que el autismo es causado por la vacunación, no por vitaminas.
Ahora, esto es una historia que los medios de comunicación no están contando.
(Fundador y editor de OMNS, Andrew W. Saul no tiene conexión con ninguna financiera fabricante de suplementos o cualquier otra parte de la industria de productos para la salud. Es autor o coautor de una docena de libros, y aparece en los documentales La comida importa y La película de la Vitamina)
Las opiniones expresadas en este artículo pueden no coincidir con las de todos los miembros de la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular.